En la apertura de La Otra Vuelta, el programa de Tato Young en LaNación+, el periodista comenzó hablando de la compra de alimentos con sobreprecios realizada desde el Ministerio de Desarrollo Social.
El viernes pasado colapsó el sistema de cobro de jubilados . Más de 1 millón y medio de jubilados quedaron atrapados en una trampa , esperemos que no mortal. Eso fue una trama espantosa que habló de la mala gestión de los funcionarios de la Anses, del Banco Central. Ya conocen la historia.
Hoy pasó algo distinto. Ponemos “Estado bobo”, ¿por qué? Se los cuento a los más jóvenes, los más grandes ya saben. De “Estado bobo” se hablaba en la década de los 90, cuando el menemismo empezó a privatizar todas las empresas públicas, en procesos en los que “regalaban” empresas públicas. Además, había una industria de juicios, y el Estado siempre terminaba pagando de más, fortunas, o perdiendo plata o regalándola. Con el tiempo, fuimos descubriendo que el Estado, en realidad, era un estado corrupto. No era solo ineficiencia, mala administración, impericia, inutilidad, estupidez, o como ustedes quieran llamarlo. Había robo, había afano, había gente que en el medio hacía negocios privados.
Yo quiero creer que esto no sea un hecho de corrupción. Todos creo que vamos a estar de acuerdo en desear que esto haya sido simplemente una muy mala gestión del Gobierno.
Les cuento rápido para los que no están al tanto. El Boletín Oficial publica todos los días un montón de decisiones administrativas que decide el Estado, y hoy publicó a la mañana la lista de contrataciones que había hecho el Ministerio de Desarrollo Social, el que tiene que encargarse de los más vulnerables, los que no tienen trabajo, de los que no tienen acceso a nada. Sobre todo ahora, los que se quedaron sin comedores escolares, y que el Estado tiene que salir a asistir con comida.
En esa lista figura la compra de fideos, de aceite, de arroz, lentejas y demás. ¿Para qué? Para darle de comer a la gente que menos tiene. Un periodista del diario LA NACION, Diego Cabot, observó la lista de precios, que es pública, y se puso a ver cuánto había gastado el Ministerio en estas compras. Los cálculos que hizo le llamaron la atención: ¿cómo puede ser? Encontró esta sorpresa , que insisto, ojalá sea una torpeza, una mala gestión y un acto de desesperación del gobierno y no otra cosa.
El Ministerio compró 1.700.000 botellas de aceite de 1 litro y medio. Por unidad pagó $157,67. No sé cuántas entran en un camión, pero debe ser una larga fila de camiones llenas de botellas. Lo que hizo Diego Cabot fue simplemente fijarse cuál es el precio máximo de referencia que pide el Estado para esta misma botella, para que a vos te la vendan a no más de $98. Con lo cual, el Estado compró mucho más caro del precio que ellos mismos recomendaron que vendan por unidad. Nosotros fuimos al supermercado, a un supermercado muy grande. Tengo la boleta: pagamos una botella de aceite girasol a $121. Y esta es una marca barata.
Vamos con los fideos: ¿cuánto pagó el Gobierno el paquete de fideos? 1.020.000 paquetes a $84,84. Yo compro bastante paquetes de fideos. Un paquete de fideos italianos vale eso. Es carísimo. ¿A cuánto sugiere el Gobierno que compremos? A $52, la compra por unidad. Lo que compró el Gobierno es otra fila de camiones. ¿A cuánto lo conseguimos nosotros? A $33, clavados. Una marca reconocida, 500 gramos.
Vamos al azúcar: medio kilo. Acá tenemos una marca muy conocida. Son varios lotes, son varios proveedores, por lo tanto hay varias marcas. ¿Cuánto pagó el Estado? 680.000 unidades a $75. Precio máximo sugerido, $56: esto es lo que pretende el Estado que pagues en el supermercado, y esto es lo que pagamos nosotros en el supermercado de acá al lado. $56.
No hay que hacer ninguna ciencia matemática, ni llamar a un contador. Evidentemente acá se mandaron un moco tremendo. Vos, Estado, salís a comprar de a un millón, y te venden más caro, pero mucho más caro, con casi un sobreprecio del 50%, y te venden a lo que se les encanta. ¿Cómo puede ser que al Estado le salga mucho mas caro, un producto que vos en tu supermercado del barrio pagás mucho más barato? Esto costó más que el Teletón de anoche de la mujer de Alberto Fernández. ¿Hay que creer que esto fue un error como fue el del viernes, que organizaron mal el cobro de los jubilados?
No hay nada peor que el inútil con iniciativa. En este caso, el ministro de Desarrollo Social Daniel Arroyo -a quién los periodistas conocemos desde hace muchos años- es una persona muy capacitada. Muy capacitada. Debe ser uno de los que más saben sobre la problemática social en la Argentina. No tiene ninguna causa ni ninguna investigación que sepamos por algún hecho de corrupción, con lo cual algunos pueden inferir que fue simplemente un error. O quiere creer. Pero para eso es muy importante que lo aclaren bien. Que expliquen todo el procedimiento.
Hoy Daniel Arroyo dio algunas explicaciones. A mi me parecen muy pobres. Yo no sé si alcanzan a explicar esta barbaridad. ¿Saben por qué? ¿Saben cuál es el mayor problema de todo esto? Esto recién empieza. El Gobierno está empezando a comprar, y ya compró, va a comprar cada vez más: toneladas de jeringas, kits de seguridad sanitaria, respiradores, camas, instalaciones. de todo. Como dijimos acá, en medio de esta crisis, no pueden robarse ni una jeringa.
Es dramático. Estamos hablando del alimento de los que menos tienen, de las personas a las que más hay que cuidar. Esto pasó en la Argentina hoy, con un plan concreto de asistencia a los más pobres. La cantidad de compras que hace el Estado, la cantidad de contrataciones, la cantidad de funcionarios que meten mano en esto. Tienen que ser super transparentes. No pueden haber errores, porque si hay errores, permítanos sospechar. La historia argentina está repleta de ejemplos de que esto fue un camino de afano. Los tribunales federales están repletos de causas de robos en las compras y contrataciones del Estado, porque no son transparentes, porque los proveedores se ponen de acuerdo. Al final, ellos, ganan todos.
Pero se financian con nuestros impuestos, y quieren alimentar a un montón de gente a la que después le llega menos de lo que les debería llegar. Es el segundo “porrazo” que se dio Alberto Fernández en pocos días. ¿Cómo estará el presidente Alberto Fernández? ¿Qué estará pasando en la intimidad del poder? ¿Lo habrá llamado Alberto a su ministro para preguntarle?
Durante la jornada, el presidente Alberto Fernández salió a respaldar a Daniel Arroyo, el ministro responsable por la compra de alimentos más caros.
La Otra Vuelta, de lunes a viernes a las 18 horas.
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