El legado de Jorge Lanata, según estas palabras de Tato Young, no se mide solo por sus éxitos, sino por su capacidad para inspirar a generaciones enteras. Un periodista que, aún en los momentos más difíciles, dejó claro que la pasión por la verdad y la cercanía con su público eran el motor que lo impulsaba.
A la salida de la sala velatoria, Gerardo Tato Young se detuvo a reflexionar sobre la figura de Jorge Lanata, uno de los nombres más emblemáticos del periodismo argentino, con una sinceridad que trasciende lo anecdótico y cala hondo en la memoria de quienes lo conocieron de cerca.
“Todos en algún momento nos enojamos con el Gordo, pero lo admirábamos y lo queríamos mucho”, destacó. Tato evocó especialmente los últimos años de Lanata en la radio. “El último tiempo en la radio fue verlo poner el corazón ahí para hacer el programa, para estar cerca de la gente. A él le gustaba mucho la gente. Él quería estar a la altura de la gente, del público, de su público”, contó Tato, destacando una faceta de Lanata que iba más allá de su rol profesional: su profunda conexión con las personas que lo seguían.
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