El 2019 arrancó con la decisión del gobierno de Mauricio Macri de anunciar todas las medidas impopulares juntas en el primer semestre. Es decir, los aumentos de gas, luz, agua, transporte público, peajes y prepagas.
El Gobierno pretende alejar las malas noticias de lo que será la segunda mitad de año, en la que deberá enfrentarse a un complejo e incierto panorama electoral. El presidente buscará renovar su mandato.
Al mismo tiempo, Mauricio Macri se asomó de sus vacaciones en Villa La Angostura para realizar algunas entrevistas en medios locales con un mensaje bastante claro sobre lo que va a ser el eje de campaña.
Por un lado, el oficialismo volverá a polarizar con la figura de Cristina Kirchner, que se presenta, en principio, como el rival a vencer para Cambiemos. A través de la corrupción y la ‘pesada herencia’ económica, Macri intentará atraer a un electorado que ya viene escuchando estos argumentos desde hace más de tres años.
Asimismo, el jefe de Estado un discurso económico carente de autocrítica. El presidente culpó a la sequía y a los problemas que generan en el mundo la guerra comercial entre los Estados Unidos y China por lo que sucedió con la economía argentina.
Nada dijo sobre la excesiva esperanza de su administración en las Lebac y los desmanejos que hubo en el Banco Central de la República Argentina (BCRA), que son también parte del problema que estamos viviendo los argentinos y que explican el 33,6% de pobreza que hoy tenemos.
Este es el eje de lo que se viene en 2019. Ajustes fuertes durante la primera mitad del año y un gobierno sin autocrítica que pretenderá apostar nuevamente al fantasma de la ex presidente.
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